Lo vi balancearse en la oscuridad mientras me acercaba por su espalda; esa espalda asimétrica de huesos sobresalientes.
Esperaba que un buen golpe con el hacha abriera su cráneo; ese cráneo calvo y deforme que reflejaba la escasa luz del lugar.
Me faltaban pocos pasos para llegar, y él seguía balanceándose con los brazos a cada lado; esos brazos desproporcionados con los que mató a mi marido.
En ese momento pisé por accidente uno de sus juguetes, y el balanceo se detuvo.
―¿Madre?
Solté el hacha y corrí hacia él.
―¡Aquí estoy, hijo! ―dije llorando mientras lo abrazaba con fuerza.
Que buen micro, ¡el padre tenía que ser horrible! Un saludo
ResponderBorrarGracias, Sergio!
BorrarMe hiciste reír con tu comentario.
Un saludo.
Ay me ha causado cierto desasosiego. Ese niño me ha causado verdadero miedo. Y esa madre perdida entre el amor por un hijo y el terror que le produce. Muy bueno.
ResponderBorrarAl final la madre optó por el amor. Cuidar de él no debe ser fácil; tal vez puedas ayudarla.
BorrarMuchas gracias por el comentario, María!
María la madre más parece perdida entre el terror y el miedo.
BorrarTremendo, Federico. Un juego, entre el horror hacia un monstruo y el amor incondicional de una madre, perfecto. Una escena perturbadora.
ResponderBorrarAbrazo, Amigo.
Pensé en llamarlo "Incondicional" al micro, pero pudo haber sido muy obvio.
BorrarMe alegro de haberte perturbado, amigo de las letras.
Abrazo, Edgar. Gracias por el comentario.
El amor de la madre, siempre instintivo, fuera de todo razonamiento. Excelente micro, Federico! Saludos!
ResponderBorrarAsí es, Víctor. Por eso no puse en ningún momento que ella diga que el es feo, si bien habla sobre las deformidades del muchacho; tampoco dice que lo odia.
BorrarMuchas gracias por la visita y el comentario, amigo!
Muy bueno Federico, pobre madre y pobre niño quien sabe la clase de persona q era su padre...!!
ResponderBorrarSaludos :)
Tal vez haya sido otro monstruo..., en ese caso no es tan malo el muchacho y se merece ese fuerte abrazo :)
BorrarGracias por el comentario, Virginia.
Saludos.
La mejor mamá del mundo.
ResponderBorrarNo me digas que se llama Lilith.
Escalofriante.
Abrazo.
Tal vez..., y tal vez el muchacho no sea hijo único.
Borrar¡Abrazo, amigo!
Para las madres, todos los hijos son lindos. Excelente como siempre Federico.
ResponderBorrarMuchas gracias por las palabras, Mendiel!
BorrarUn abrazo.
El instinto maternal en su terrorífica expresión ..
ResponderBorrarUn saludo!!
Algunas madres han soportado monstruos terribles...
BorrarGracias por el comentario, Jesús!
Uff, Federico, la descripción de los movimientos del chico, con la cámara siempre por detrás, está logradísima. Me ha recordado algunas películas de familias muy chungas, siempre en el sur profundo de Estados Unidos, familias endogámicas. Uno de tus micros más logrados. Jajaja, me has dado el desayuno. Abrazos, máquina
ResponderBorrarMe hiciste reír. Yo también lo imagino como un personaje de esa clase de películas.
BorrarMe alegro de haber logrado ese efecto de cámara por detrás.
Muchas gracias por el comentario, Fernando.
Abrazos!
El amor de madre puede llegar hasta extremos terroríficos.
ResponderBorrarMuy buen microrrelato.
Un abrazo.
Así es, Josep. Me alegra que te haya parecido bueno.
Borrar¡Abrazo!
Impactante, buenisimo, de premio. Lo que empieza como un intento de asesinato, acaba con un abrazo maternal. Seguro que ganas.
ResponderBorrarMuchas gracias por las palabras, Yolanda.
BorrarEl personaje de mi relato mantendrá sus deformados dedos cruzados para que así sea; espero que su madre pueda consolarlo si eso no sucede...
Buen micro, Federico, como era de esperar.
ResponderBorrarMuchas gracias por la visita y el comentario, Paola :)
BorrarLas madres estamos ciegas a los defectos de nuestros hijos y no vemos sus deformidades externas o internas.
ResponderBorrarSi las hubiese visto desde bien pequeño, quizá el padre estuviese vivo.
Muy bueno. Como siempre hace un "maestro"
Te agradezco mucho el comentario, Mercedes.
BorrarAsí pasa con las madres de algunos monstruos.Yo conozco una...
Escalofriante y aterrador.ME IMPACTO!
ResponderBorrarQué bueno haberte impactado, Raquel!
BorrarTu mascarita también es aterradora.
Un relato aterrador con un final totalmente inesperado ya que la verdad al inicio había pensado que sería un zombie.
ResponderBorrarSaludos.
¿Lo pensaste por la imagen, por el hacha, o acaso también te enganchaste con The Walking Dead? :)
BorrarGracias por el comentario, Felipe. Un saludo.
Exacto, amigo poeta. No hay blancos ni negros, solo una gran gama de grises.
ResponderBorrarGracias por el comentario, Oskar!
Abrazo grande!
Da más miedo pensar qué hará esa madre por ese hijo que la deformidad del muchacho. Muy bueno.
ResponderBorrarAbrazo!!!!
Su amor por él parece estar por encima de cualquier crimen que él pudiera cometer.
BorrarTe agradezco el comentario, Skuld! Un abrazo!
Es bueno, Federico. En tres frases, nos describes todo un ser, todo un monstruo. Y en una nos revelas la verdad. Con la palabra ''juguete'' nos descolocas y horrorizas, y nos haces ver la escena con otros ojos; ojos asombrados y aterrados. Un saludo, amigo.
ResponderBorrarMe alegra que te haya parecido bueno, amigo.
BorrarMuchas gracias por el comentario, Ricardo.
Un saludo!
¡Juas! ¡Buah!
ResponderBorrarMe he leído el Micro cuatro veces... Porque cada vez, me lo he imaginado de distintas formas... Sea como sea, estoy de acuerdo con Ricardo, el juguete descoloca mucho... De hecho, no sé por qué he pensando que el juguete era otra persona muerta...
Pero solo de pensar que un Crío se dedica a lanzar hachazos a modo de juego... ¡Resulta escalofriante!
¡Macabro y genial!
¡Besines, Federico! ;)
Pensé en poner que tropezaba con un hueso, pero me pareció que sería mejor que fuese un juguete para que le dé un toque de inocencia y sea menos esperado :)
BorrarGracias por tus lecturas y comentario, Campanilla.
Besos.
Muy buen micro Fede. Rotundo y suficiente para lograr el efecto que buscás.
ResponderBorrarFelicitaciones amigo.
Abrazo
Muchas gracias, amigo!
BorrarUna alegría que te haya parecido así, Richard.
Abrazo.
Estoy de acuerdo, con el juguete nos pasas de la dimensión monstruo a la del hijo enfermo. Y cómo esa madre no va a abrazarlo en su infinita compasión!
ResponderBorrarUn abrazo
Muchas gracias por el comentario, Mirna. A mi también me da ganas de abrazar a ese monstruo.
BorrarOtro abrazo para ti.
Federico he tenido que leerlo varias veces, cada vez me descolocaba más porque no quería sentir ninguna ternura.
ResponderBorrarGenial al poner ese juguete que nos acerca a una mirada humana del hijo y sientes el dolor y la comprensión por esa madre que lo olvida todo, porque es su hijo.
Excelente como siempre.
Un saludo
Me alegro de que no pudieras evitar sentir algo de ternura por el personaje, mi inteción era que, luego de las descripciones, al lector no le desagrade y pudiera comprender a la madre.
BorrarMuchas gracias por las palabras, Mirna.
Un saludo!
Parece que el amor de una madre está por encima de cualquier otra cosa... incluso aunque el hijo sea un mosntruo terrible y asesino.
ResponderBorrarMuy bueno, Federico. Pocas palabras y mucho contenido :)
Un fuerte abrazo!!
Muchas gracias por las palabras, Julia.
BorrarAsí es, es puro a pesar de la impureza de su hijo.
Abrazo grande!
Hola Federico, el micro relato deja mucho a la imaginación, me impresiono el final. Una vez más he disfrutado de tus letras, un abrazo desde NY.
ResponderBorrarMe alegro mucho de que hayas disfrutado de mi cuento, Hilda.
BorrarUn fuerte abrazo!
¿Sabes? Me recuerda a la película "La semilla del Diablo", que refleja el amor-odio de una madre, Mia Farrow por su hijo, el mismo demonio nacido de su vientre. Finalmente opta por entrar en la organización satánica y cuidarle. Creo que el instinto de madre jamás se pierde, salvo locura o psicopatía. Es muy significativo que en tu magistral relato la madre reconsiderara su decisión. Es un relato intenso, de terror psicológico por antonomasia y en muy poco tiempo se crea una situación realmente trágica y conmovedora. Es un micro genial.
ResponderBorrarUn abrazo y feliz inicio de semana!!
Muchísimas gracias por las palabras, Marisa. Me alegro de que te haya parecido así.
BorrarAbrazo grande y buen inicio de semana para ti también!
Me gusta. Es un buen relato , de los que dejan incógnitas para seguir rumiando el lector después de su lectura. Incógnitas que no necesariamente haya planteado el autor. Una que me gustaría proponer y que no he visto en los comentarios.
ResponderBorrar¿Quién habrá sido el padre de la criatura?.
Este tipo de interrogantes on los que dan el hálito inquietante a un relato de terror. Gracias Federico, magnífico relato
Gracias a ti por la visita y el comentario, Mr Reivaj.
BorrarMe alegro de haberte dejado rumiando. Es una interesante posibilidad que el padre no haya sido quien él mató, le da un perfil más demoníaco al personaje.
Un saludo!
Desasosegante... como tiene que ser. Enhorabuena Federido por tu relato.
ResponderBorrarMuchas gracias por las palabras, Lole.
BorrarUn saludo.
¿Qué le habrá hecho el marido de la madre al padre de la criatura?.
ResponderBorrarTal vez pudo deshacerse de él, pero la nueva criatura haya nacido demasiado fuerte. Me estás despertando nuevas interrogantes a mí, Mr Reivaj :)
BorrarHola Federico.
ResponderBorrarUn miro impactante, con un final feliz.
Me es imposible imaginar que una madre pueda albergar esos sentimientos hacía su hijo, porque sea como sea, con sus imperfecciones, desproporciones, errores y debilidades, lo amará, cuidará y protegerá hasta de ella misma.
Muy fuerte.
Un gran abrazo.
Este hijo no es como cualquiera, pero más allá de esos sentimientos, ganó el amor :)
BorrarGracias por el comentario, Lucía.
Un fuerte abrazo.
Me he quedado en blanco. Buen micro
ResponderBorrarTu comentario es más que suficiente. Me alegro que te haya parecido bueno, Elisa.
BorrarTe agradezco la visita y las palabras.
Muy bueno.
ResponderBorrarMuchas gracias, Juanjo.
BorrarMe has dejado KO. Como si tu historia me hubiera golpeado en la boca del estómago al leer ese final. Qué gran micro. ¡Fantástico! Cada día te superas ;)
ResponderBorrar¡Abrazo! ^^
Lamento el golpe en el estómago que te dejó KO, aunque me alegro del haberlo logrado con mi relato.
BorrarMuchas gracias por el comentario, Carmen!
Abrazo :)
¡Que dulce momento! Un giro vertiginoso. Bravo maestro!
ResponderBorrarMuchas gracias por unirte al abrazo de los dos personajes del cuento.
BorrarUn saludo, amigo!
En éste me confundí un poco pues al inicio quiere terminar con su vida. Sin embargo al verlo a los ojos ¿se arrepiente? Diho. Es la madre tiene lógica pero no se sinlo interpreté bien. ¡saludos!
ResponderBorrarAsí es, Sofía. Al final el amor de madre era tan puro que la hizo cambiar de parecer :)
BorrarSaludos!
Dicen que para las madres tod@s los hij@s son hermos@s; esta vez no fue la excepcion. Me hiciste tener sentimientos encontrados y hasta un rato de suspenso; yo hasta pense que iba a matar a su mama. De verdad me sorprendiste al final. Un saludo.
ResponderBorrarGracias por el comentario, amigo. Haré que lo lea mi madre.
BorrarSaludos!