―TRES ―dijo Natalie―, tres veces me enamoré y las tres veces terminé lastimada. De joven jamás lo habría imaginado, yo creía que mi número mágico era UNO, al igual que lo creen todas las mujeres a esa edad. Cuando sufrí mi primera desilusión, por alguna razón presentí que mi número era DOS; seguía esperanzada de que había alguien allí afuera esperándome.
Arthur la escuchaba atentamente.
―Y entonces me volví a enamorar, tanto o más que la primera vez. La segunda fue un amor más serio, más realista; pero él pronto se encargó de arrancar mi corazón entablillado. Creí que no volvería a sentir algo así, pero el tiempo puede más que nuestra espera. Me enamoré por tercera y última vez. Luego de un romance de ensueño, él terminó de destruir mi alma del mismo modo en que alguien pisa vidrios rotos esparcidos por el suelo.
Arthur seguía contemplándola en silencio.
―¿Y tú, Arthur?, ¿cuál es tu número mágico?
―No sabría decirte ―contestó él.
―Di un número de una cifra, cualquier número. Juguemos.
―¿OCHO?
―¡Arthur!, ¡en serio! Nadie se enamora tantas veces. Como mucho… cinco veces, y ya sería bastante exagerado.
―De acuerdo, diré al azar un número del UNO al CINCO.
Poco después, Arthur contestó:
―DOS.
―Eso está muy bien ―dijo Natalie―. Significa que, si te rompo el corazón, te enamorarías una vez más. O bien, que ya te lo han roto y yo soy tu último amor.
―Yo no funciono así ―dijo Arthur.
―Lo sé, pero juguemos; intenta ser más romántico, por favor.
―Sí, perdón. Mi número mágico es UNO. Me enamoré de ti y no podría soportar perderte. Si me dejaras, me quedaría solo para siempre y jamás te olvidaría.
―Eso está mucho mejor, Arthur. Ahora dime, ¿qué es lo que tanto amas de mí?
―Tu cabello, tus ojos, tus labios, t…
―¿Mi qué, Arthur?
Su amante había quedado estático. Natalie fue entonces en busca de su cartera, y la revolvió apresurada hasta que encontró su sobrecargada tarjeta de crédito. Rápidamente le desabrochó a Arthur la camisa y pasó la tarjeta por la lectora ubicada en donde debería haber estado su ausente corazón.
Natalie lo abrazó, besó y acarició hasta que la piel sintética que cubría el inexorable esqueleto metálico volvió a simular la respiración humana. Otros sesenta minutos de servicio se habían acreditado, y Arthur #D8504 prosiguió endulzándola:
―Tu risa, tu voz, tus párpados…
LLegará el día en que las máquinas nos sustituyan incluso en el amor. Un brillante relato de ciencia ficción en el que como siempre, dejas una reflexión tras la historia más superficial. Grande Federico.
ResponderBorrarMe alegro de haber logrado mi objetivo de dejar una reflexión con este cuento y de que te haya gustado.
BorrarAbrazo, maestro.
Muy buen relato, Federico, corto pero intenso, la verdad es que no me esperaba ese final y me ha pillado de improviso. Me gustó, te felicito. Saludos.
ResponderBorrarUn gusto haberte pillado, Frank.
BorrarGracias por tu comentario.
Abrazo grande!
Es taaan cruel y maravilloso al mismo tiempo. Felicidades, me gustó mucho.
ResponderBorrar¡Gracias, Galhamar! Me alegro de que te haya gustado.
BorrarSaludos.
Muy buen relato, con un final que le da un vuelco a la historia, y eso es precisamente lo que la hace buena.
ResponderBorrarMuchas gracias por tu comentario, Ale.
BorrarAbrazo.
Vaya, maestro Federico, excelente relato futurista, algo que aparentemente no está muy lejos de ser realidad. Me gustó ese vuelco final y el apuro de la chica que se había quedado a medias en la seducción de su galán, jejeje. Te felicito, hermano. Suerte!
ResponderBorrar¡Gracias, amigo! Tristemente no está tan lejos, Alonso.
BorrarSe desesperó un poquito la chica, ¿no? :)
Me alegro de que te haya gustado.
Abrazo grande.
Muy bueno. El muñeco o muñeca de plástico tiene los días contados.
ResponderBorrarAbrazo.
Gracias, amigo.
BorrarTiene los días contados, es cierto, pero los recuerdos durarán por siempre.
Abrazo!
¡Gran relato! ¡Felicidades!
ResponderBorrar¡Muchas gracias!
BorrarUn abrazo.
Muy buen relato, con sorpresivo final. Me gusta mucho Federico. ¡Felicidades!
ResponderBorrarGracias, Menchi. Me alegro de que te haya gustado y de haberte sorprendido.
BorrarAbrazo!
Hola, como bien dices, caí aquí de pura casualidad (o causalidad, no sé)
ResponderBorrarTu relato es lo primero que leo y me ha parecido Exelente! Me ha gustado mucho y casi creo que no estamos tan lejos de llegar a esa fría realidad.
En fin... felicidades. Te seguiré leyendo. Un saludo
Me alegro de que te haya gustado el cuento y el saludo en el blog. Muchas gracias por tus palabras, Angelica.
BorrarTambién creo que no estamos tan lejos de llegar a eso. Espero estar equivocado.
¡Saludos!
Buenísimo, me ha encantado Federico. Es como un novio de alquiler... Pobre mujer de tener que recurrir a eso, ¿no? La verdad que es inesperado el desenlace y chulísimo.
ResponderBorrarMuchas gracias por tus palabras, Beatriz.
BorrarSí, pobre, pero ya sufrió tres veces... tal vez sólo se está tomando un respiro antes de encontrar al cuarto.
¡Un abrazo!
Pero no sabemos si ella es feliz!! Quizás si lo es!! Esta "decidiendo" ser feliz con q tiene hoy!!!
BorrarMe ha gustado mucho tu relato espero que
ResponderBorrartengas mucha suerte en el concurso.
Muchas gracias, Sonia!
BorrarSaludos.
Hola Federico gracias por tu amable comentario a mi relato, me alegra
Borrarque te haya gustado, espero que todo te vaya muy bien en este concurso.
UN saludo afectuoso.
Un gusto leerte, Sonia.
BorrarSuerte para vos también.
Es GENIAL!!! no hay nada que hacer contigo, je,je..... en serio, es brutal. Lo que buscamos cada día en nuestro compañero,en nuestra vida, así.... de repente ahí esta con un simple chip.
ResponderBorrarPor desgracia se va conviertiendo cada vez nuestro mundo en eso, algo artificial....Suerte aunque no la necesitas, es muy bueno.l
Gracias por el comentario, Maríjose.
BorrarEspero que podamos evitar que el mundo se siga convirtiendo en eso que decís.
Me alegro de que te haya gustado. :)
¡Abrazo!
Espectacular Fede.
ResponderBorrarUn cuento de ciencia ficción con un trasfondo humano sumamente doloroso. Da miedo ese futuro.
Abrazo
Gracias, Richard.
BorrarDa miedo, pero en ciertos aspectos no está tan lejos.
Abrazo.
Hola federico.
ResponderBorrarTe felicito por tu primer puesto en este concurso, que a sido de lejos
el mejor en el cual he participado, un gran relato y un merecido primer puesto.
Enhorabuena y felicitaciones mil.
Benjamin.
Muchas gracias, Benjamin.
BorrarSaludos!
Impecable¡¡¡ además de hablar que tenga temperatura ya sabes unos 36,3 décimas y en su vocabulario aparezcan gruñidos o ronroneos.
ResponderBorrarMi sincera felicitación por todo, imaginación, narración, conocimiento y arte.
Un placer conocerte,
Besos muchos
tRamos
Agradezco mucho tus palabras.
BorrarExcelentes tus sugerencias para el nuevo Arthur 2.0
Un placer leer comentarios como el tuyo.
Abrazo!
Excelente!!!! Federico, he leído unos cuantos del concurso, a cual más bueno. Suerte!!
ResponderBorrarMuchas gracias. Me alegro de que te haya gustado.
BorrarAbrazo, Jordi!
Grande Federico! Muy buen relato con un final inesperado. La dama no será traicionada por Arthur, sólo le bastará usar su tarjeta de crédito para mantenerlo enamorado. Me gustó mucho. Saludos desde NY. ;)
ResponderBorrarHilda, muchas gracias por tus palabras.
BorrarElla jamás será traicionada por Arthur, es cierto. El problema es que tal vez ella se termine aburriendo de él... o que se quede sin dinero.
Saludos desde Bs As.
Grosso Federico!
ResponderBorrarZoabra
Vos sos grosso que me explicaste lo de los blogs y me redefiniste el tango.
BorrarTroesma
¡Mis felicitaciones Federico, merecido premio!. Buenas noches, un abrazote :)
ResponderBorrarGracias, Menchi!
BorrarAbrazo grande.
No me esperaba ese final de tí Federico (no se por qué). Hay algo que no cambia: un excelente relato.
ResponderBorrar¿Qué imaginaste? Me dejaste con la intriga.
BorrarMe alegro de que te haya gustado, Sandra.
Ingenioso relato de humor sexista. Hace falta un robot para complacer a las damas...
ResponderBorrarCarlo, no fue esa mi intención pero comprendo que cada uno puede darle su propia interpretación.
BorrarMe alegro de que te haya parecido ingenioso.
Sabía que había quien compraba el corazón con dinero pero para un tema así... Aunque cuando quieres estar con alguien cualquier excusa es buena.
ResponderBorrarBesos de Pecado.
Interesante reflexión.
Borrar¡Saludos, Puramenteinfiel!
Un relato estupendo y muy imaginativo.
ResponderBorrarUn abrazo.
¡Muchas gracias, María!
BorrarOtro para vos.
Relato muy bueno y triste. ¿Llegaremos algún día a esto o ya hemos llegado? Me ha gustado mucho
ResponderBorrarExcelente pregunta.
BorrarMe alegro de que te haya gustado, hado gemina.
MUY BUENO! Relato con moraleja: No deberiamos hacer "de todo" tan solo por escuchar lo que necesitamos. Se aprende mas cuando la realidad duele. Al menos eso pienso. Saludos!
ResponderBorrarMe alegro de que te haya gustado mi relato, Sil.
BorrarMe gustó el modo en que expresaste la moraleja, es así.
Saludos.
Se rompía el corazón y sangraba su billetera cuando consumía el amor de Arthur #D8504
ResponderBorrarAsí es, Gabriela. Triste pensar que tal vez un día llegaremos a algo así, si es que no existen ya amores menos sinceros que el de Arthur...
BorrarGracias por la visita y comentario!
Tu relato fue premiado. Que? puedo agregar , te felicito !!!
ResponderBorrarAsí es, en un concurso de relatos basados en una imagen.
BorrarGracias, Raquel!!!
Escalofriante relato, nos hace ver demasiado superficiales creo yo, aunque es complicado, a veces hay quienes necesitan pagar para que les digan lo que quieren escuchar, ya que para los hombres es complicado saber que es lo que ellas quieren jajajaja. Otro relato de mujeres un poco complejo ¿algo nos conoces? Federico. jajaja
ResponderBorrarComo dije antes escalofriante, ademas de helado metal esquelético del Arthur #D8504. Pero el si sabe que decir jajajajaja
¡saludos!
Este es otro relato que se puede analizar de diferentes maneras.
BorrarNo sé qué tanto las conozco, además yo también soy bastante complejo.
Me alegro de haberte causado escalofríos, Tere.
Muchas gracias por el comentario y por las risas.
Un saludo!
Muy bueno Federico, un señor relato de los pies a la cabeza. Ya me lo leí en su momento en versión cómic, el cual creo recordad que comenté y que me gustó mucho. Enhorabuena! ; )
ResponderBorrarMuchísimas gracias, Ramón.
Borrar:)
Te mando un abrazo!
No puedo dejar de contar cuántas veces Vi esta situación en la vida real!! En mi caso lo interpreto sin distinción de género.... Aquí es Arthur, en la calle fue Maria, Juana e incluso Pedro.
ResponderBorrarAsí es, Jacqueline; de una forma u otra esto es algo que se puede observar en la vida real. Espero que no te ocurra lo mismo que a Natalie, aunque como dijiste más arriba, quizás ella sea feliz con lo que tiene hoy.
BorrarGracias por comentar!