viernes, 14 de agosto de 2020

PLÁSTICO

 




Hemos creado un mundo de plástico. Una masa amorfa que avanza inexorablemente; destruyendo el pasado, creando un presente despiadado que se convertirá en un futuro en el que nadie desearía vivir.

Los paisajes naturales dan espacio a las enormes ciudades. Allí jugamos a un juego sin reglas, sin códigos, perdiendo de vista incluso nuestro objetivo. La verdad es que solo buscamos aire, que nunca será suficiente, pues ese poco aire está contaminado.

Algunos respiran aires más puros: reyes y reinas de plástico aislados en castillos de plástico. Sus famas son efímeras, de segundos quizás. No merecen mucho más; sus obras no tienen corazón y, si los tuvieran, serían de plástico.

Yo trabajo todo el día en una oficina, entre paredes de plástico, rodeado de formularios que nunca leí para aprobarlos con sellos de plástico. Todos los meses me dan un sueldo miserable, aunque nunca veo el dinero. Me pagan en plástico, pues no me sobra nada tras amortizar las cuotas de mis tarjetas de crédito.

El único modo de saldar mis deudas sería muriendo, y que mi familia cobrase la prometedora suma del seguro. Pero la compañía de seguros también es de plástico; del mismo plástico del que están hechos todos mis acreedores.

Camino en sentido contrario a un mar de personas de plástico. Que no me miran, que no me oyen, que avanzan apuradas al unísono mientras chocan contra el suelo sus zapatos de plástico.

Llego a mi casa de noche y veo a mi esposa acostada. Ella no quiere hablar, yo no deseo oír más mentiras. Su boca es de plástico, sus tetas también. Hasta sus nalgas son de plástico.

Me acuesto a su lado tras un gran esfuerzo, pues mis rodillas y codos no son movibles. Es tarde ya, apago el televisor, cierro mis ojos de plástico y finjo que estoy dormido.



14 comentarios:

  1. Anónimo14 agosto

    De pequeños nos prometieron un futuro con autos voladores accesibles y va a resultar una versión terrorífica de Toy Story (peor que la última película y no importa cuándo sea leído este comentario). No sé si hemos sido engañados o hemos sido los (ir)responsables.
    En fin, en cuanto a historia de terror, está buena.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Triste verdad la que dices, amigo.
      Gracias por la atenta lectura y el comentario.
      Abrazo!

      Borrar
  2. !Hola Federico!

    !Uf! que terrorífico es todo ese mundo de plástico que hemos creado, unos participando de forma activa, otros de forma pasiva y una mayoría de manera permisiva y acomodativa.

    Si que nos hemos vuelto seres de plástico, con emociones de plástico y valores de plástico, y entre tanto plástico, ya no sabemos si somos reales o de plástico también.

    Me ha gustado mucho tu narrativa y el trasfondo tan reflexivo que dejas detras de esta "aparentemente" inofensiva historia, pero que tiene tanto de horror como las mejores que has creado.
    Ya nada es lo que parece, estamos tan familiarizados con el engaño, que cuando alguien dice la verdad, lo tildamos de loco y lo desacreditamos. Preferimos la mentira.

    Siempre pongo la película "WALL-E" como referencia de lo que habrá de venir si no despertamos a tiempo, cuerpos perezosos, y obesos, con mentes aniquiladas y controladas.

    Desde el peligroso y horrible mundo de plástico, te dejo un abrazo de carne y huesos con olor a lluvia fresca. !Al diablo el plástico!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola, Harolina!

      Me alegra que te haya gustado.

      Gracias por tus palabras que nunca son de plástico.

      Mis codos no son movibles pero, tras un gran esfuerzo, te envío otro abrazo.

      Borrar
  3. Cuando vemos esos mares llenos de plásticos da miedo pensar que pueden vivir los peces, en tu relato se vive ese miedo si nos vemos en nosotros mismos con todo de plásticos. Un buen relato. Un abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por la visita y el comentario, Mamen. Me alegra que te parezca bueno.
      Un abrazo!

      Borrar
  4. Parece que dentro de una carcasa de plástico puede existir un alma, leyendo tu obra. O ¿En que momento la inteligencia artificial iguala o supera a la natural? En cualquier caso inquietante texto, es habitual que no dejes indiferente... ¡Lo celebro!
    ¡Un saludo master!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por las palabras, Miguel Ángel.
      Celebro tu visita y comentario. No se si habrá un alma bajo mi carcasa de plástico, pero si la hay, acabas de darle una alegría.
      Abrazo, amigo!

      Borrar
  5. una maravilla es tu blog con tu texto

    ResponderBorrar
  6. Wilson Condorý Quispe Rojas13 enero

    Me encantó tu relato, Federico.

    Me hizo acordar al tema "Barbie girl" de Aqua, con el que mi madre nos arrullaba de niños.

    Sigue escribiendo así, nos haces mucha falta. Saludos desde Oruro.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por el comentario, Wilson. Una alegría que te haya gustado.
      Muy buen tema y muy buena su ironía.

      Borrar
  7. Nihilismo puro en favor de una historia genial. Magnífico...

    ResponderBorrar

GRACIAS POR COMENTAR Y POR COMPARTIR.