Salió de un cuento de Poe. Se acarició a sí misma con mis piernas y se fue a dormir a su sillón. No se suponía que fuera suyo; ella tiene una cama, pero jamás la usa. Sé lo que estás pensando: «Un enorme sillón para una gatita», yo pensé lo mismo, ¿pero qué otra opción tengo? Me resulta imposible decirle que no.
Me encanta su pelo, que no es negro ni es gris; es de algún color oscuro y misterioso, como los miedos de Maupassant.
Mientras estoy escribiendo esto, ella juega con un escarabajo. Para mí, es adorable; pero para él, sus garras son las de un demonio de Lovecraft. Cada vez que el desdichado artrópodo intenta escapar, ella le da un zarpazo. Cada vez que el invertebrado logra darse la vuelta, Morella le propicia un jab de izquierda. Si así lo deseara podría matarlo con facilidad, pero ella prefiere continuar con el proceso infinito.
Sigo mirándolos desde el escritorio, escribiendo en mi ordenador. No hay mucho que mirar aquí, no tengo una fotografía ni un souvenir; hace tiempo que me deshice de ellos, no tiene sentido recordar personas que ya me olvidaron. Solo tengo un reloj, que ahora marca las tres en punto. ¿Las tres de la mañana o las tres de la tarde? Imposible determinarlo, no he abierto la persiana en semanas.
Observo los papeles desbordar del cajón superior del escritorio, papeles que me he prometido ordenar pero nunca lo hago; son inútiles de todos modos. En el cajón inferior, en cambio, los viejos papeles sí cumplen una función: están ahí para cubrir el arma que guardo en el fondo.
La víctima ya tiene dos patas destrozadas y su abdomen comienza a desprenderse del tórax. Morella sigue en su mundo, pues el mundo es suyo. Ella continúa jugando como Kafka mientras el escarabajo ofrece cada vez menos resistencia.
Y así nos miramos, él y yo, y poco a poco comenzamos a sentir que lo único que podrá liberarlo… es la muerte.
Un micro brillante, repleto de referencias, y en mi opinión, un tanto diferente a todo lo que has escrito. Me encantó el segundo párrafo.
ResponderBorrarUn saludo, Federico.
Me alegro mucho, Ricardo. Es cierto, en lugar de un cuento surrealista y exagerado, como la mayoría de los míos, este me salió sutil y sugerente.
BorrarGracias por dejar tu comentario. Un saludo!
El hombre oscuro y su víctima, el gato oscuro y su otra víctima, un juego macabro repleto de guiños a los maestros del terror, todo genialmente elaborado por otro gran maestro del terror.
ResponderBorrarOtra joya atemporal de la mano de mi amigo de las letras, el gran Federico Rivolta!
Un abrazo compañero!!!
Muchísimas gracias por las palabras, amigo de las letras.
BorrarAbrazo grande, Edgar!!
¿¡Pero qué hombre oscuro y su víctima?! Mezclo lo que imagino con lo que leo, so sorry Federico! Tremendo Micro, gatito, gatitoooo!
BorrarEso es genial, Edgar. Se puede interpretar que el protagonista tiene una víctima, o que se va a suicidar, o que solo es un cuento sobre una gata y un escarabajo. Yo tengo mi interpretación.
BorrarGracias de nuevo por comentar, amigo!
Creo que Morella y el protagonista forman un tándem perfecto: ambos son oscuros y juegan de algún modo con la muerte ajena. La atmósfera que has creado y el tono aparentemente inofensivo del narrador me ha dado escalofríos!! Buenísimo, y eso que es corto :)
ResponderBorrarUn abrazo grande!!
Me alegro de que te haya dado escalofríos mi relato :)
BorrarMuchas gracias por el comentario, Julia. Un fuerte abrazo!
Resaltando todo lo anteriormente dicho por los compañeros, solo me resta decir que me ha encantado. Buenisimo Federico!
ResponderBorrarGracias por tu visita y por dejar tu comentario, Yolanda. Me alegro mucho de que te haya gustado. Un saludo!
Borrar¡Wow! Un relato increíble. Tienes el don de relatar las escenas con una sencillez que me deja impresionada. Y nos dejas con una extraña sensación en el cuerpo al terminar de leerlo.
ResponderBorrarPor cierto, los gatos son así ;) Me ha recordado al mío, que además es negro, jeje
¡Me ha encantado! Compartido :D
¡Un abrazo!
Me alegro de que mi relato te haya dejado una extraña sensación en el cuerpo :)
BorrarMuchas gracias por las palabras, Carmen.
Saludos a tu gato negro. ¡Un abrazo!
Siempre oscuro,siempre dando en el punto que a todos les gusta, siempre complaciendo los vicios de otros con tus escritos,coincido que es algo diferente a lo que siempre predomina en tus relatos de miedo:P...sabes este no me dió tanto temor..o me chocó como otros,me gusta ....siento..(asi lo veo personalmente) como te pavoneas con fluidez,y haces tus referencias a medida,es agradable...los miedos de Guy Maupassant siempre me han llamado la atención y chocado....me gustó La baronesa, no lo he leido mucho ,pero me gusta... Gracias y besos, siempre de chocolates..
ResponderBorrarNota: al usar "choca" para mi quiere decir, que me pegan o afectan de alguna manera,,, no tiene que ser negativamente..XD
Muchas gracias por dejar tu comentario, Ady. Me alegro de seguir complaciendo vicios.
BorrarEs tremenda esa Baronesa, aunque en mi opinión Guy tiene cuentos mejores.
Aprecio la aclaración sobre el termino "choca" :)
Besos!
Un relato estupendo, en el que la brevedad en palabras no se percibe pues el lector (al menos yo) se deleita tanto con cada una de ellas, entrando en cada frase, esperando la siguiente y el desenlace final, que parece estar leyendo un relato mucho más largo. En este caso, se puede perfectamente aplicar aquello de lo bueno si breve...
ResponderBorrarMe ha encantado leerte.
Un abrazo.
Muchísimas gracias por el comentario, Josep. Es un placer para mí saber que lo disfrutaste de ese modo.
BorrarAbrazo!
La fotografía que ilustra el relato, como todas las que eliges es preciosa para un precioso relato que como siempre me introduzco en él y esta vez me ha dado mucha penita del pobre escarabajito. Los gatos solo piensan en el juego. Enhorabuena
ResponderBorrarMe alegro de que te guste la imagen pero más me alegro de que te guste el relato. Es una pena lo del escarabajito, pero Morella no lo hace con maldad.
BorrarMuchas gracias por dejar tu comentario, Mercedes!
Un relato digno de elogiar por sus matices., su ambientación y un final demoledor. Mi admiración para ti amigo
ResponderBorrarTe agradezco mucho las palabras, Jorge.
BorrarUn abrazo, amigo.
Después de todos los comentarios, me queda poco por aportar.
ResponderBorrarEstupendas referencias para un cuento en el que la inquietud que siembran los personajes es el hilo conductor.
Genial relato, Federico.
Un abrazo¡¡
Muchas gracias, Clara. Me alegra que te haya parecido así.
BorrarUn abrazo!
ResponderBorrarHola Fede.
Me encantó tu cuento y las referencias a la metamorfosis de kafka, los miedos y la locura de Guy Maupassant, los cuentos Alan poe, los personajes de Lovecraft y el ambiente que recreaste. El mundo interno de Morelia y el del escritor que atormentado por ideas suicidas, al igual que el escarabajo desea llegue pronto la liberación.
Me pregunto que hubiera pasado si hubieras revelado hasta el final la identidad de Morelia y hubieras jugado con la imaginación del lector.
El inicio se presta para eso y mucho más.
Muy bien escrito, muy fluido y atrapa al lector desde el inicio hasta el final.
Un gran abrazo.
Muchas gracias por el comentario y la pregunta, Lucía. Ya pensaré en otro relato con el juego que sugerís.
BorrarEl cuento tiene otros juegos para el lector, vos hablás de ideas suicidas, pero puede que la depresión del protagonista solo sea aparente.
Me alegra que te haya gustado.
Un fuerte abrazo!
A mí siempre me han fascinado los gatos y siempre me han cuadrado con la imagen del escritor, unos más que otros. Pero quien más quien menos tiene ese aire típico de misterio, siempre en su mundo, imaginativo, curioso... En cualquier caso, me ha gustado mucho tu relato, esa conexión que has hecho es muy original.
ResponderBorrarSaludos!!!
Es cierto, los gatos tienen algo que cuadra a la perfección. Me alegro de que te haya gustado, Skuld. Muchas gracias por dejar tu comentario.
BorrarSaludos!!
No debía de entender nada, el escarabajo... Toda esa violencia gratuita, sin sentido para él, venida de la nada...
ResponderBorrarpodi-.
Así es, Carlos. El mundo está lleno de escarabajos que forman parte de un juego que no comprenden y de Morellas que los utilizan a su antojo.
BorrarGracias por dejar tu comentario.
Realmente me encantó. El micro relato se componía de pocas letras pero podríamos decir que incluía muchos mensajes ocultos, los que pueden interpretarse de diferente forma; tal vez era solo un episodio cotidiano, de un gato matando un simple escarabajo, pero narrado de una manera magnífica. Saludos desde NY.
ResponderBorrarMe alegra que te haya encantado, Hilda. Es cierto, hay varios mensajes ocultos para que cada uno lo interprete a su manera, yo tengo mi manera de verlo.
BorrarGracias por dejar tu comentario neoyorquino. Saludos desde Buenos Aires.
Me encanta que el relato desarrolle la posibilidad de valerse de la libre asociación de ideas, con diferentes hilos conductores e interpretaciones posibles. Que la imaginación fluya, esa es la magia de lo que significa sugerir. Esa atmósfera de misterio que parece ocultar la realidad, es inquietante y produce miedo. Para mí lo has bordado. Excelente.
ResponderBorrarUn abrazo
Muchas gracias por el comentario, Marisa. Me alegro de que te haya gustado. Cuántas cosas misteriosas habrás imaginado...
BorrarAbrazo!
¡WoW!
ResponderBorrar¡Me fascina la Oscuridad con la que envuelvens tus Relatos! Es que... ¡Hacen que me imagine una habitación decorada a lo gótico! Muebles negros, largos cortinajes, Tinieblas tras días sin Luz...
Me gustan tus juegos de Palabras, parece que Escritor y Gato son el mismo y, a la vez, no lo son... Tan iguales, tan distintos... Tan Dueños de su Vida, queriendo experimentar ese poder, ese control... sobre la Muerte...
¡Besitines Federico! ;)
Muchas gracias, Campanilla!
BorrarCuántas cosas imaginaste. Precisamente uno de mis principales objetivos en con este cuento fue que el lector imagine cosas que no escribí; me alegro de haberlo logrado en tu opinión :)
Besos.
Ese último párrafo fue perfecto.
ResponderBorrarMe alegro mucho, Jorge. Gracias por el comentario.
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