Soñé que muertos vivientes engullían mi cerebro, robando mi identidad, quedándose con mis recuerdos.
Soñé que demonios escarlata devoraban mi alma, para dejarme vagando por siempre en un mundo de sombras.
Soñé que monstruos de mil cabezas hacían fiestas con mis entrañas, disputándose como último plato los restos de mi corazón.
Mis pesadillas terminaron, hoy ya no tengo miedo, ¿qué mal podrían hacerme que no me hayas hecho tú?
Intenso micro.
ResponderBorrarMuy bien escrito, hermosa prosa poética y el final muy revelador.
¿Qué mal podrán hacerme que no me hayas hecho tú?
Me encantó.
Un abrazo.
Me alegra que te haya parecido así, Lucía.
BorrarMuchas gracias por el comentario.
Un fuerte abrazo.
A veces la peor pesadilla y el miedo más real está en la vida misma. Muy bueno y muy diferente a lo acostumbrado. Me ha gustado mucho. Un abrazo.
ResponderBorrarAsí es, María. Supongo que sí es un poquito diferente.
BorrarMe alegro de que te haya gustado tanto.
Abrazo!
Genial. En ocasiones sentimos temor por seres de ultratumba, y el peor daño nos lo pueden hacer seres cotidianos.
ResponderBorrarMuchas gracias por el comentario, amigo.
BorrarNi muertos vivientes, ni demonios, ni monstruos, seres ficticios, de cuentos y pesadillas... Tú, eres real, el terror sin igual. Un micro terror poético lleno de razón. Genial, Federico.
ResponderBorrarAbrazo, Amigo de las Letras.
Gracias por las palabras, amigo de las letras.
BorrarUn fuerte abrazo, Edgar.
La realidad puede ser más dolorosa que la peor de las pesadillas.
ResponderBorrarUn saludo.
Así es, Josep.
BorrarGracias por la visita y el comentario.
Un saludo!
El mal, los mayores horrores, se encuentran en la realidad, en la vida misma, y tú, con este micro de estructura poética, mediante esas repeticiones con diferentes pesadillas, y con ese párrafo final, lo has dejado claro, y nos has hecho sentir miedo por lo que nos rodea y olvidar nuestras pesadillas.
ResponderBorrarAbrazo, Compañero de Palabras.
Muchas gracias por el comentario, amigo.
BorrarAbrazo grande, Ricardo. Que tengas dulces pesadillas.
Qué malos podemos llegar a ser con los que nos aman. Precioso relato escrito en una deliciosa prosa poética, tal como lo haría un enamorado. Un abrazo. Me ha encantado
ResponderBorrarMuchas gracias, Mercedes. Me alegra saber que te gustó y de haber escrito como lo haría un enamorado.
BorrarAbrazo!
Magistrales palabras que en un escueto espacio de frases,cuentan lo monstruosamente enriquecedor que pueden llegar a ser los sentimientos y a los infiernos en los que pueden sumirnos.
ResponderBorrarMuchas gracias por las palabras, Yolanda. Me alegra que te hayan parecido así mis monstruosas frases.
BorrarMe gusto la tremenda sintesis que haces de algo tan tetrico y patetico, doloroso y real, valiendote de algo tan elocuente como esta prosa poetica. Que bueno que tus pesadillas sirvieron para revelarte que no hay que temer porque ya has pasado por todo lo peor.
ResponderBorrarFederico, me encantaron tus letras, espero no ser la peor pesadilla de nadie.
Gracias por el encantador comentario, Harolina.
BorrarComo siempre, saber que disfrutaste de mis letras es una alegría dentro de una realidad llena de pesadillas.
Bello como sólo la oscuridad de tu pluma puede llegar a ser. El desamor es la pesadilla real. Grande Fede!
ResponderBorrarUna belleza de comentario, Miguel.
BorrarAbrazo, amigo!
Un toque romántico entre tanto monstruo que nos revela que lo que hay que temer es a los vivos más que a los muertos. Genial prosa. Besos.
ResponderBorrarMuchas gracias, Mendiel. Al parecer los monstruos despiertan mi lado romántico.
BorrarBesos.
Un lujo de comentario el que me has dejado, compañero; todo un honor.
ResponderBorrar¡Abrazo grande, Oskar!
Ufff dicen que lo que no te mata te hace más fuerte... pero también que nadie ha regresado de la muerte para contarlo... dicen
ResponderBorrarSaludos me gusto mucho, seguramente por el momento.
Me alegra que te gustara mi pequeño poema, Gabriela.
BorrarSupongo que, según el momento que uno esté viviendo, puede afectar el modo en que lo afecte.
Saludos.
Una pesadilla que es mas cruel en la realidad que en un sueño. Excelente reflexión.
ResponderBorrar¡saludos!
Me alegra que te haya parecido así, Sofía.
BorrarSaludos, y espero que tus pesadillas no se hagan realidad.
;-) si te dijera que mis pesadillas son ahora mi realidad. ;-) . ¡saludos!
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