lunes, 25 de enero de 2016

DE HÉROES Y VILLANOS





Encerrado. Aislado del mundo. Condenado sin haber cometido ningún crimen. Mi padre jamás me permitió salir de nuestro hogar y tampoco me dio motivos.

Todo lo que sé de los hombres es gracias a las historias, a las historias que él me contaba; historias de héroes y villanos.

Mi padre se hacía cargo de todos los quehaceres de la casa, y a mí me sorprendía su habilidad a pesar de que le faltaba un brazo. Admiraba además su rapidez en la lectura, rapidez que siempre adjudiqué a su ojo de más.

Todas las noches mi padre me deseaba dulces sueños dándome un beso en la frente. Ese era el único momento en que podía hacerlo, cuando yo estaba acostado, puesto que apenas me llegaba a la cintura.

Una noche la curiosidad me obligó a escapar. Salté por la ventana y me alejé corriendo. Atravesé un bosque oscuro, raspándome con las ramas de los árboles, lastimando mis pies desnudos con espinas y rocas. De pronto llegué a una ciudad, una de esas ciudades sobre las que mi padre tanto me hablaba; una ciudad de héroes y villanos. Enseguida me di cuenta de que ese no era sitio para mí, y regresé a mi prisión arrepentido:

―Prometo no volver a huir, padre.

―No te preocupes ―dijo él―. Lo importante es que estás a salvo.

―Ahora entiendo, padre; ahora entiendo todo. Tú me estabas protegiendo.

―Así es, hijo. Te encerré porque te amo, y debo protegerte de ellos porque eres un enorme cíclope de tres brazos.



35 comentarios:

  1. Hola Federico:

    Su padre era convencional, y el era un cíclope y con 3 brazos, por tanto toda la gente era anormal para Él, pobre cíclope, nunca se podría integrar a una sociedad que no acepta personas diferentes.

    Como siempre encantadora tu historia, el final fue bastante tierno.

    ¡Excelente día!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por dejar tu comentario, Tere.
      A mí también me pareció tierno ese cíclope de tres brazos y su padre.
      ¡Saludos!

      Borrar
    2. He llegado de casualidad Brindo por el encuentro

      Borrar
    3. Me alegra que hayas llegado.
      Sostendré la botella con una mano y las copas con las otras dos, así sirvo y brindamos.

      Borrar
  2. Un relato con un personaje mitológico grande y fuerte como lo es el cíclope, aunque este al ser criado con tanto cuidado y en cautiverio parece ser inofensivo e indefenso, ni héroe, ni villano, el padre también muy extraño, de pequeña estatura, con tres ojos y un solo brazo, contrastando con el extraño detalle de los tres brazos y el único ojo de su gigante hijo. Debió considerar que su hijo peligraba en el mundo de los mortales.

    Sabes Federico me hiciste recordar la película animada "Hotel Transilvania",imagino que la viste, ellos son vampiros y el padre no deja salir a su hija para que los humanos no le hagan daño + ó - es la trama.

    Este micro me deja ver que los padres siempre amamos a los hijos por encima de todo y que ademas siempre los queremos proteger de lo que entendemos los puede dañar o hacer sufrir. Podría darte otra interpretación pero talves resulte algo macabra, una especie de Frankenstein, ja, ja.

    Un placer conocer a tu cíclope.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Mi cíclope y yo te agradecemos el comentario, Harolina.
      El padre tal vez solo haya sido un monstruo a la vista del protagonista, pero tu visión, algo macabra, es interesante también.
      Saludos!

      Borrar
  3. Me has tenido agarrado hasta el final. Es uno de esos relatos que te va preparando para un final sorpresivo pero que aún acaba sorprendiéndote. Además, te lleva a engaño pues te planteas la historia al revés.
    Me ha gustado mucho porque, además, prefiero los relatos cortos.
    Un abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Una alegría que te haya gustado, Josep.
      Mi intención era sorprender como se sorprendió el protagonista.
      He estado escribiendo cuentos más largos últimamente. Me gustaría alternar con microrrelatos; veré qué me sale.
      Abrazo!

      Borrar
  4. No es el primer relato de monstruos que te leo, y están muy bien. Lo curioso es que, aunque te das cuenta de lo absurdo, no caes en la explicación hasta que no has leído el final porque logras despistar muy bien al hablar de “un ojo de más” y “un brazo menos”, y no de dos ojos o dos brazos… Y muy bien mezclado el humor (no he podido evitar la sonrisa al imaginarme al cíclope leyendo con un solo ojo) con lo dramático de la situación, la soledad del que es diferente. Gran trabajo
    Un saludo

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Me alegro de haberte hecho sonreír, Isidoro. El cíclope también se alegra y te guiña el ojo (algo tan extraño como verlo leyendo).
      Muchas gracias por la atenta lectura y el comentario.
      Saludos!

      Borrar
  5. Un sorprendente micro en el que a mi parecer, ni los monstruos son tan extraños, ni los hombres tan normales. Me apena la decisión del cíclope de regresar a su reclusión, por el miedo impuesto, por la sobreprotección del padre. Un mundo al que le hace falta más comprensión y menos marginación para los seres especiales.
    Un trazo de héroes y villanos, verdaderos seres de ficción de ésta, nuestra peculiar realidad.
    ¡Abrazo, Amigo de Letras!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Un padre sobreprotector quizás, tienes razón. Tal vez cuando sea más grande, su hijo pueda cuidarse solo y lo envíe a vivir a la ciudad.
      Me alegro de haberte sorprendido, amigo de las letras.
      Un fuerte abrazo, Edgar.

      Borrar
  6. En un mundo donde solo existen los héroes y villanos, no es posible la relación entre el "normal y el monstruo" por eso este padre maternal que protege y cuida a su hijo en un hogar- refugio. Muy bien logrado, al final se da la vuelta al inicio, quienes lo acusan de un crimen son los de "afuera" y el padre lo libera en el "encierro" de la casa. Excelente!!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Excelente tu lectura, María.
      Me alegro mucho de que te haya parecido así.
      Gracias por tu visita y comentario.

      Borrar
  7. Me recordó a "El extraño" (no estoy seguro de que ese sea el nombre) de Lovecraft. Muy bueno,saludos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Así es, Jorge. Ese está entre mis cuentos preferidos del gran Lovecraft, y sí, este tiene su similitud.
      Gracias por el comentario, terrorífico amigo.

      Borrar
  8. La misma visión desde otra perspectiva distinta. Hay que ser un poco empáticos en esta vida y ponernos en el lugar del otro, aunque tengo un ojo de más y un brazo de menos.
    Un abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Bien dicho, María. Muchas gracias por tu comentario, amiga.
      Te mando un abrazo con mi brazo de menos.

      Borrar
  9. Anónimo29 enero

    Yo lo entendí de otro modo, el padre con tres ojos y un solo brazo sabe de la crueldad de las gentes de la ciudad. Gente con, posiblemente, dos brazos y dos ojos, todos tan iguales y odiando tanto al diferente...

    Así que quiere proteger a su hijo de todo el daño que puedan causarle porque, si a el con un brazo de menos y un ojo de más le han hecho sufrir... qué no harán a su hijo, ¡enorme y con un ojo de menos y un brazo de más!.

    Me ha encantado tu cuento. :)

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Es una visión muy interante la tuya, Eme. :) El padre sabe bien lo que le espera a su hijo por experiencia. Se trataría entonces de una familia de monstruos, o quizás los habitantes de esa ciudad sean los verdaderos monstruos debido al odio que cargan.
      Muchas gracias por dejar tu reflexivo comentario.

      Borrar
  10. Aunque no soy del mundo del terror me gusta leer alguno de tus relatos ,y por eso te he nominado PREMIO LITARCHIS espero que lo recojas en mi blog . Un saludo

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Me alegra que te gusten. De todos modos solo algunos de mis cuentos entran en la categoría "terror".
      Gracias por el premio, María. Pasaré por tu blog.

      Borrar
  11. Muchas gracias por el comentario, amigo poeta. Supongo que con tu profesión poco convencional te debes haber sentido alguna vez como el "pequeño" cíclope.
    ¡Un abrazo, Oskar!

    ResponderBorrar
  12. Inesperado.....fantástico. Yo a veces me siento un cíclope de tres brazos tambien...

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Me alegro de no ser el único, Ana.
      Gracias por el comentario :)

      Borrar
  13. Un padre que por amor y protección hacia su hijo creó una prisión a la que llamó hogar. Debió explicarle lo que era para que no sufriera pero sobretodo para que se aceptara.

    Un relato lleno de amor pero falto de comprensión y libertad.
    ¡Muy bueno!
    Un abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Así es, Irene; tal vez su método no haya sido el mejor, pero su intenciones eran buenas.
      Me alegra que te haya parecido así.
      ¡Abrazo!

      Borrar
  14. Un relato que un padre no normal protege a su hijo del lugar que no lo ibana comprender como eran . Un abrazo

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Yo también creo que no lo iban a comprender, María.
      Gracias por dejar tu comentario.
      Abrazo!

      Borrar
  15. Felicitaciones Federico, como siempre tus monstruos tienen historias de lo más curiosas para contar. Abrazo compadre.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias por el comentario, Andrés.
      Mis monstruos y yo te enviamos un abrazo.

      Borrar
  16. Sí, no es lugar para él. Los hombres no estarían preparados para recibirle.

    Tierno relato, Federico ^^ El amor de un padre. Me gusta :)

    Abrazo!! Y hasta la próxima ;)

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Te agradezco el comentario, Carmen.
      Me alegra que te haya resultado tierno la historia de este cíclope.
      Mis garras te abrazan :)

      Borrar
  17. He leído uno o dos comentarios, pero ya está todo dicho. Como siempre, juegas con el doble sentido en tus historias, o con una reflexión. Tus relatos se caracterizan por el fondo (aunque también esa forma tan fluida, fresca y ligera), y este no iba a ser menos. Un padre protegiendo a su hijo, ya que es diferente a los demás, y sabe que no lo aceptarán. Una nueva crítica a la humanidad y la sociedad. No me había dado cuenta del brillante e ingenioso detalle del ''ojo de más'' y ''un brazo menos'' hasta que no he leído el comentario de Isidoro. Entonces me he dado cuenta de que claro, al estar narrada desde la perspectiva del hijo, describe al padre comparándolo consigo mismo. Esto demuestra lo bien pensada que está la historia, a pesar de su brevedad. Un abrazo, Compañero Oscuro.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Te agradezco la atenta lectura y comentario, Ricardo.
      Así es; desde la perspectiva del muchacho cíclope, el padre era un monstruo. Todos somos el monstruo de alguien.
      Me alegra que te haya parecido así mi cuento, compañero de letras tenebrosas.
      Un fuerte abrazo!

      Borrar

GRACIAS POR COMENTAR Y POR COMPARTIR.