Mi corazón es frágil; como de vidrio.
Cuando conocí a Víctor supe que lo amaría por siempre, pero un día me lastimó. Hace unos meses comencé a sentir que nuestra relación ya no era transparente y, revisando los cajones de su escritorio, encontré una carta escrita por otra mujer.
Esa jovencita hueca sabía tanto de mi amado como de reglas ortográficas. Aun así, leí la carta decenas de veces mientras mi corazón se astillaba en mil pedazos.
A pesar de la traición sigo con él, pues ¿Quién va a amarlo como yo? ¿Quién va a cuidarlo como yo? Nadie; menos ahora que se está muriendo.
Víctor ya casi nunca se levanta de la cama y vomita sangre a diario. Tiene la piel resquebrajada y comienza a verse muy delgado, pero los médicos siguen sin determinar el motivo de sus hemorragias.
Le han recomendado internarse en un hospital pero prefiero que siga aquí conmigo, pues ¿Quién va a amarlo como yo? ¿Quién va a cuidarlo como yo? ¿Quién pondrá en su jugo un poco de vidrio molido como yo?
Amores que matan. También cabría decir aquello de "lo maté porque era mío".
ResponderBorrarUn muy buen micro.
Un abrazo.
Va perfecto el "lo maté porque era mío".
BorrarMe alegra que te haya parecido así, Josep.
Abrazo!
Muy buen relato, bueno y turbio. Me ha encantado. Suerte en el concurso!
ResponderBorrarMe alegra que te haya gustado mi turbio relato, Artza.
BorrarMuchas gracias por el comentario.
O mio o de ninguna... Una propuesta de amor clara y trasparente como el cristal molido.
ResponderBorrarPobre Victor, tan amado
Suerte compañero.
Así es, Francisco; demasiado amado.
BorrarGracias, compañero.
Abrazo.
No hay nada peor que una mujer despechada.
ResponderBorrarBuen relato, compañero.
Me alegra que te haya resultado así, Bruno.
BorrarUn saludo!
A sorbitos de su corazón, morirán los dos. Los amores que matan jeje. Muy buen relato ;) Un abrazo!
ResponderBorrarAsí es, Elena; es como si ella le diera a beber los pedazos de su corazón roto :)
BorrarGracias por el comentario.
Abrazo!
Y bebiendo me encuentro estos dias, con la diferencia que yo me repondré ;)
BorrarNadie le dijo a Víctor que es peligroso romper el corazón de una frágil mujer? Estupendo relato, donde la venganza se sirve en jugo.
ResponderBorrarMucha suerte. Un saludo.
Podría decirse que es un relato con moraleja :)
BorrarGracias por el comentario, Mariola.
Un saludo!
Menudo amor.
ResponderBorrarMuy bueno.
Un abrazo.
Me alegra que te haya parecido así mi relato de amor, María.
BorrarAbrazo!
Me ha gustado tu cuento, Federico, donde no solo el terror está presente, sino que la fina ironía del despecho del desamor, traza con bisturí el desenlace completamente macabro.
ResponderBorrarCordial saludo y mucha suerte con el concurso.
Me alegro de que te haya gustado, Estrella.
BorrarMuchas gracias por el comentario tan acertado como un cirujano.
Un saludo.
Me ha gustado sobe todo la forma de expresarse de la mujer en primera persona pues nos has metido dentro del personaje y su doble realidad
ResponderBorrarMuy bueno, sí señor. Mucha suerte en el concurso
Muchas gracias, Isidoro.
BorrarPor alguna razón suelo escribir en primera persona los relatos de personajes desequilibrados.
Me alegra que te haya parecido así de bueno.
Una venganza por amor, a medio camino entre la adoración enfermiza y el odio... Desde luego miedo da.
ResponderBorrar¡Muy bueno, Federico! :))
Un abrazo.
Así es, Julia; eso es lo que le sucede a la protagonista.
BorrarMe alegra que te haya dado miedo :)
Gracias por el comentario, amiga.
Abrazo!
¡O mio o de nadie! verdad Federico? No hay nada mas peligroso que una mujer despechada muajajaja. Muy bueno maestro!
ResponderBorrarEl amor suele ser así... celoso y egoísta.
BorrarMe alegra que te haya parecido así de bueno, Mendiel.
Gracias por el comentario, terrorífica amiga.
Maravilloso micro Federico. o eres mio o no hay otra. jajjaja muy bueno. Suerte en el concurso. Un abrazo
ResponderBorrarMuchas gracias por el comentario y las risas, María :)
BorrarUn fuerte abrazo!
Federico, cuando el amor se vuelve patología las dudas y celos corroen el alma y hasta nuestras propias cartas escritas en el noviazgo las vemos como contrincantes e infidelidades, este tipo de amor posesivo, dependiente y enfermizo es mas bien lastimoso y peligroso, hiriente hasta las ultimas consecuencias, pues le lanzas al otro los mismos dardos con que te torturas tu.
ResponderBorrarMuy bueno tu relato, esta vez el terror lo produce el tan solo imaginar que alguien que supuestamente te ama, se pueda obsesionar y trastornar de esa manera tan despiadada y vengativa.Lamentablemente pasa tan a menudo que aterra.
Saludos y mis respetos para tí, señor de la oscuridad luminosa.
Te agradezco mucho las palabras, Harolina.
BorrarEs verdad, esos odios vestidos de amor son comunes. Por las dudas revisa siempre tu bebida.
Saludos desde las sombras.
¡Hola! Genial relato. Lo que más me ha gustado es esa especie de impasividad o naturalidad que le confieres a tus letras, me hace pensar que justo es eso lo que siente ella cuando piensa todo lo que está sucediendo con su pareja. ¡Mucha suerte, besos!
ResponderBorrar¡Hola, Moria!
BorrarMe alegra que te haya gustado; me pareció importante darle ese tono al relato. Algo así como "El corazón delator" de Poe, pero sin la culpa.
Muchas gracias por el comentario.
Una excelente pintura del desequilibrio mental de una mujer con delirios de "salvadora" y una macabra sed de venganza. Muy buen trabajo, Federico. Un placer leerte ;)! Suerte en el concurso!
ResponderBorrarUn abrazo.
Fer
Muchas gracias por el acertado comentario, Fer.
BorrarUn placer saber que disfrutaste de mi delirante pintura.
Abrazo!
Dios mío, sentí el vidrio en el estómago. Impresionante.
ResponderBorrarSi te sientes mal, conozco a uno señora que puede cuidarte y llevarte jugo a la cama.
BorrarGracias por el comentario, Denise. Me alegra haberte impresionado.
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Mientras leía tu micro no podía quitarme de la cabeza el libro "The Misery" del gran Stephen King, con la diferencia que tu micro tiene un final que creo que incluso King envidiaría. Te deseo la mejor suerte posible para el concurso, aunque dudo que la vayas a necesitar.
ResponderBorrarMuchas gracias, Joel!
BorrarAhora que lo pienso, creo que Annie Wilkes y la protagonista de mi cuento podrían haber sido grandes amigas.
Me gustó, sobre todo el detalle final, descarnado y doloroso para ser definido como amor. Saludos!
ResponderBorrarMe alegra que te haya gustado, Chamisso.
BorrarGracias por comentar!
Esplèndido! incluìdo el vidrio molido.
ResponderBorrarMe alegra que te haya parecido así, Raquel.
BorrarNo te olvides de tomar jugo de naranja exprimido en invierno.
Espectacular..
ResponderBorrarMuy bueno...
Muchas gracias, Miguel!
BorrarRomántico, con la reconfortante oscuridad que acostumbras.Bravo!
ResponderBorrarGracias por el reconfortante comentario, amigo.
BorrarAbrazo, Migue!
Admiro lo que escribiste
ResponderBorrareres real co tu amor
te admiro lo que sentiste una maravillosa pasión
Muchas gracias por la visita y las palabras.
BorrarMalvado tu relato, aunque yo creo que también soy malvada, pues lejos de entristecerme el pobre Victor me dio muchísima risa. imaginé a la chica con una seriedad y hasta un toque melancólico diciendo: "¿quién pondrá en su jugo un poco de vidrio molido como yo?".
ResponderBorrarY tiene razón, así que deberá seguir cuidando de Él jajajajaja. Después de llorar ahora me hiciste reír, me encanta que me haces sentir emociones diferentes con cada cuento que escribes, eso es parte de tu genialidad.
Saludos.
Me alegra causarte risas y llantos con mis relatos, Tere.
BorrarA mí tampoco me entristeció Victor, aunque tal vez a la protagonista se le fue la mano.
Muchas gracias por las palabras!
Saludos.
Un muy buen micro. Enhorabuena por la victoria en el certamen.
ResponderBorrarMuchas gracias, Alejandro!
BorrarTe mando un abrazo.
Drástica y diabólica decisión de la mujer que has creado. Buen cuento.
ResponderBorrarGracias por el comentario, Jordi.
BorrarCuídate de no hacer enojar a una mujer diabólica.
Muy bueno, directo y sin melodramas... felicidades
ResponderBorrarMuchas gracias por la visita y el comentario, David.
BorrarA ella se le astilló el corazón, para Víctor, las consecuencias de su infidelidad, en manos de un ser perverso, serán catastróficas. Nunca más lejos del amor, puro terror, compañero.
ResponderBorrarUn micro genial, Federico.
¡Abrazo, Amigo de las Letras!
Muchísimas gracias por el comentario, mi buen amigo de las letras!
BorrarUn fuerte abrazo, Edgar.
Ufff, amores que matan, :O
ResponderBorrar¡Terrorífico!
Muy bueno Federico, :)
Un abrazo.
Muchas gracias por dejar tu comentario, Irene.
BorrarMe alegra que te haya parecido así mi terrorífico microrrelato.
Te mando un abrazo casi mortal.
:)
Ya me sospechaba por donde iba a ir. Muy efectivo desenlace.
ResponderBorrarDifícil tomar por sorpresa al Demiurgo de Hurlingham.
BorrarMuchas gracias por el comentario, me alegra que te haya parecido así.